Hola, Adorable: Cuando publicaste esta entrada, escribí un comentario que no quedó guardado y me costaba repetirlo (repetirse es siempre cansado). Por eso me contenté con recomendar la película. Hoy, con más energías, sintetizo lo que te quería decir entonces: El gobierno chino prohibió la exhibición de esta película y su comercialización en dvd (supongo que en cualquier formato), con lo que ha conseguido reforzar las críticas a un gobierno corrupto que realiza Jian Zhang Ke en ella. La opresión, la corrupción, la impotencia de los individuos genera estos brotes de violencia, que su autor, sin justificarlos, considera que han de ser mostrados, porque, como se suele decir, si no se reconocen los problemas, será imposible combatirlos. De todas las historias, la que más me conmovió fue la penúltima, la del joven que se niega a trabajar gratis para pagar el sueldo de un empleado de baja por un accidente laboral. El actor termina por transmitir una fragilidad infinita (me recordó físicamente al protagonista de "La bicicleta de Pekín"). Un abrazo y, como siempre, mil besos, Paulette.
Hola, Adorable:
ResponderEliminarCuando publicaste esta entrada, escribí un comentario que no quedó guardado y me costaba repetirlo (repetirse es siempre cansado). Por eso me contenté con recomendar la película. Hoy, con más energías, sintetizo lo que te quería decir entonces: El gobierno chino prohibió la exhibición de esta película y su comercialización en dvd (supongo que en cualquier formato), con lo que ha conseguido reforzar las críticas a un gobierno corrupto que realiza Jian Zhang Ke en ella. La opresión, la corrupción, la impotencia de los individuos genera estos brotes de violencia, que su autor, sin justificarlos, considera que han de ser mostrados, porque, como se suele decir, si no se reconocen los problemas, será imposible combatirlos.
De todas las historias, la que más me conmovió fue la penúltima, la del joven que se niega a trabajar gratis para pagar el sueldo de un empleado de baja por un accidente laboral. El actor termina por transmitir una fragilidad infinita (me recordó físicamente al protagonista de "La bicicleta de Pekín").
Un abrazo y, como siempre, mil besos, Paulette.